El otro dia tuve el placer de asistir a la única fábrica de mahou existente en el mundo. Se localiza en Alovera (Guadalajara).
Primeramente comentar que la visita estuvo muy entretenida, sobretodo la última hora en la que nos pudimos ponernos las botas ya que había una especie de barra libre de todos los tipos de cerveza de Mahou.
La chica que nos estuvo guiando, María, nos estuvo comentando donde estaba situada la fábrica inicialmente, y los motivos por los que se trasladaron a Alovera (mayoritariamente por falta de espacio).
Antiguamente la fábrica estaba en el Paseo Imperial, en Madrid, y el olor de la malta cocinada fué motivo de queja de los vecinos.
Lo que más me impresionó de la visita fué lo automatizado que esta todo, tanto el proceso de fabricación como el proceso de embotellado de la cerveza. Se podían contar con las manos el número de personas que vimos allí trabajando a lo largo de la visita (la mayoría estaban en la sala de control, supervisando que todo lo que está automatizado funcione correctamente y no halla errores).
La fase de producción no me sorprendió tanto como la fase de embotellamiento, ya que simplemente se veían las fases de cocción, fermentación y filtración en los super tanques de los que simplemente se veía el tejado. No era tan emocionante como la fase de embotellamiento.
La fase de embotellamiento si que era digna de ver. Estaba todo perfectamente automatizado, hasta el ultimo milímetro. Las botellas pasaban por una primera fase que era la del enjuagado.
Esa parte separaba los botellines retornable de los botellines nuevos. A los nuevos solo les daba un enjuagado, y a los retornable los limpiaba a fondo. Luego venía el llenado. La fase se separaba de botellines, latas, litros y bidones de cerveza. Cada parte era espectacular. Milímetro al milímetro estaba todo perfectamente cuadrado para que a la máxima velocidad, cada botella fuera pasando de una fase a otra sin perder tiempo. El máximo aprovechamiento del tiempo generaba mayores beneficios a Mahou.
Al día se fabricaban unos 40 millones de litros de cerveza.
La chica que nos guió en la visita, nos comentó que Mahou era la mayor fábrica de toda Europa. Tanto por su automatismo, como su aprovechamiento (lo aprovechan todo, hasta el agua que se evapora de uno de los procesos en el super tanque hasta las cáscaras de la malta -creo que era la malta- que se aprovechaba como comida para ganado).
Mahou también respeta al medioambiente ya que tiene como objetivos la conservación de los recursos naturales y la mejora de la gestión de los residuos.
Particularmente de todas las cervezas que nos dieron a probar en "el bar de mahou"me gustó mucho la Mahou Negra, que se toma con chocolate, la cual antes nunca había probado.
Para acabar que, a los que no hallais probado la Mahou negra, lo hagáis, y a los demás que visiteis la fábrica, que aparte de ver todo aquel tinglado que es digno de ver, te puedes beber tantas cervezas como quieras :)
Todo un gustazo la visita a Mahou
......
¿¿Pára cuándo la de Cruzcampo??
Primeramente comentar que la visita estuvo muy entretenida, sobretodo la última hora en la que nos pudimos ponernos las botas ya que había una especie de barra libre de todos los tipos de cerveza de Mahou.
La chica que nos estuvo guiando, María, nos estuvo comentando donde estaba situada la fábrica inicialmente, y los motivos por los que se trasladaron a Alovera (mayoritariamente por falta de espacio).
Antiguamente la fábrica estaba en el Paseo Imperial, en Madrid, y el olor de la malta cocinada fué motivo de queja de los vecinos.
Lo que más me impresionó de la visita fué lo automatizado que esta todo, tanto el proceso de fabricación como el proceso de embotellado de la cerveza. Se podían contar con las manos el número de personas que vimos allí trabajando a lo largo de la visita (la mayoría estaban en la sala de control, supervisando que todo lo que está automatizado funcione correctamente y no halla errores).
La fase de producción no me sorprendió tanto como la fase de embotellamiento, ya que simplemente se veían las fases de cocción, fermentación y filtración en los super tanques de los que simplemente se veía el tejado. No era tan emocionante como la fase de embotellamiento.
La fase de embotellamiento si que era digna de ver. Estaba todo perfectamente automatizado, hasta el ultimo milímetro. Las botellas pasaban por una primera fase que era la del enjuagado.
Esa parte separaba los botellines retornable de los botellines nuevos. A los nuevos solo les daba un enjuagado, y a los retornable los limpiaba a fondo. Luego venía el llenado. La fase se separaba de botellines, latas, litros y bidones de cerveza. Cada parte era espectacular. Milímetro al milímetro estaba todo perfectamente cuadrado para que a la máxima velocidad, cada botella fuera pasando de una fase a otra sin perder tiempo. El máximo aprovechamiento del tiempo generaba mayores beneficios a Mahou.
Al día se fabricaban unos 40 millones de litros de cerveza.
La chica que nos guió en la visita, nos comentó que Mahou era la mayor fábrica de toda Europa. Tanto por su automatismo, como su aprovechamiento (lo aprovechan todo, hasta el agua que se evapora de uno de los procesos en el super tanque hasta las cáscaras de la malta -creo que era la malta- que se aprovechaba como comida para ganado).
Mahou también respeta al medioambiente ya que tiene como objetivos la conservación de los recursos naturales y la mejora de la gestión de los residuos.
Particularmente de todas las cervezas que nos dieron a probar en "el bar de mahou"me gustó mucho la Mahou Negra, que se toma con chocolate, la cual antes nunca había probado.
Para acabar que, a los que no hallais probado la Mahou negra, lo hagáis, y a los demás que visiteis la fábrica, que aparte de ver todo aquel tinglado que es digno de ver, te puedes beber tantas cervezas como quieras :)
Todo un gustazo la visita a Mahou
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¿¿Pára cuándo la de Cruzcampo??